La puerta
Busqué una brújula, un catalejo,
un atlas, un algo que me diera
la dirección de tu puerta.
Pero tu puerta se alejaba,
inmóvil pactó su huida
hacia quién sabe cuál meridiano.
Pensé en cuántas veces fue la misma
y diferente puerta.
Cuántas veces mi mano fue un puño
alzado que no podía llamar.
Cuántas veces nos perdimos tras
de un rectángulo de madera,
sin brújula, ni mapas, ni caminos.
Cuántas veces fue silencio
la puerta de tu casa y tal vez la mía.
Migdalia B. Mansilla R.
Enero 3 de 2013
11 comentarios:
Cecilia Suárez Puga:
Belleza absoluta, Migdalia!!! Gracias!!!
Blanca Hernández:
cuántas veces,mig...
Teresa Cifuentes:
Precioso el poema. Cuántas veces Migdalia , Cuántas veces. Un abrazo
Maria Fariña:
MUCHAS VECES.
Amelia Arellano:
BELLO!! TRISTE! MAS BELLO!!
Pilar Romano:
Nada más doloroso que el silencio no buscado en el amor. Llamar y que nadie conteste. Lo dice muy bien tu poema, querida Mig.
Italo Guanipa:
Lo volvisteis hacer, te la comisteis que bello, besossssssss..... bella prima.
Isaily Pérez González:
Precioso amiga, feliz 2013
Gloria Elvira Sánchez Jiménez:
buen comienzo, mig! un abrazo grande
Edicta García:
Bello!!!Felía Año querida!!
Nunca se me complicarán mis sentimientos para referirme a mi poetiza predilecta, cuando de tanto en tanto la visito. Las puertas, qué buen asunto para darle rienda al corazón que suele golpear con ese ímpetu que tenemos cuando una puerta no se abre, por soledad o sordera. Un abrazo mi querida venezolana, admiro a tu país, Mig.
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