domingo, 1 de agosto de 2010

Dueña


Dueña


fui dueña de tan poco
que olvidé cómo respirar
sin estallidos
cómo unir las palabras
sin letras heridas
cómo sobrevivir
dentro de una piel lacerada
y a pesar de todo y nada
poder dominar este espíritu
entre ríos de sangre
y entre máscaras de adioses

fui dueña de tan poco
que aún en mi boca llueve
una algarabía de besos


Migdalia B. Mansilla R.
Julio 31 de 2010



Destiempo


Y aún trémulos están
mis dedos
entre los pardos cabellos
que agita el recuerdo,
y se guían mis lunas
sin rastros de luz,
tanteando en el tiempo
la bandada de caricias yertas
a su paso
-sin dirección alguna-
como misivas blancas
que recitan
su paciencia amarilla
en el sordo silencio.







Ross Urich
agosto 15 de 2010