jueves, 29 de mayo de 2008

Coincidencias


Coincidencias


¿Quieres que hablemos
de nuestras coincidencias?
Está bien / empecemos:
el poema que escribí ayer
qué simple ¿verdad?
parecía el relato
de una historia de nunca acabar.
Y esa luna de mayo
que no se deja ver completa.
¿Leíste las noticias?
¡cuánto desasosiego que dan!
Ah, ¿si, terminé el libro que leímos juntos?
¿Es esa tu visión?
La mía no es esa,
bueno, tampoco a lo mejor
coincides conmigo en la sazón del pollo de hoy,
es que le puse unas ramitas de romero
y a ti el romero como que no te va muy bien.
Por allí vinieron de una cofradía de no sé dónde
a evangelizarnos sobre el capítulo uno versículo tal
del Libro de los qué se yo, para decirme
que si no mando la Biblia a 15 personas en 10 minutos,
no se me cumplirán los milagros que he pedido.
¡Mira que hay divergencias!,
Religiones y millones de interpretaciones del mismo Libro Sagrado.
Pero…perdona es cierto
hablábamos de coincidencias.
¡Qué cosas!
La relatividad sí existe
ya que Buda o no sé quién también lo dijo
y lo digo yo,
que vivo el día a día inmersa en un mundo
donde habitamos miles de millones de seres humanos
con ciertas coincidencias,
pero nunca con todo coincidente.
Sin embargo, la aventura de viajar por nuevos planetas
es posible si coincidimos en que todo puede ser, sí,
en lo relativo de las coincidencias, encontramos el punto g.


Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al encontrarme de repente con que no tengo 58 años, apenas comienzo a vivir, en la relatividad de la vida.
Mayo 29 de 2008-05-29

viernes, 23 de mayo de 2008

Ni cuento I/Migdalia Mansilla//Ni cuento II/ Liliana Varela/Ni cuento III/ Migdalia Mansilla




Ni cuento

uno, dos, tres…infinito
ya ni cuento las palabras
creo que adiós se escribe con mil letras
o a la mejor con cien
quien quita que con la eternidad
no lo sé /desvarío


no/ no cuento las palabras
las tantas dichas
para tanta desdicha
-pero si hasta la rima
sabe a cuento de nunca acabar-

sólo que esta vez
algo extraño esta pasando
el hastío
lo raído del tiempo
el dolor que no ceja
y esta amargura de saber
que no has tenido
compasión por mi dolor
-que no de amores -
de duelos
porque aunque sigo viva
hace rato que todo murió /
dentro de mi


Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: casi dormida en el ya del mañana, casi espantada por los rumores de tu voz que nunca es silencio.
Mayo 23 de 200





Ni cuento II


Son miles las horas de pena
que la mente conserva de ti.
Uno, dos , mil infinitos
no podrían borrar tus huellas en la piel.

Números sin sentido
deslizandose por la sangre,
símbolos vacíos queriendo apropiarse
de lo que jamás fue suyo.

Tu Adiós imposible perdido en ecos me llega
me invade-golpea.

Cae la lágrima del olvido
retrocediendo a los ojos /y se congela.

Aún no puedo-no quiero ...
que seas pasado.
Aún no existen números que cuantifiquen
tu ausencia -ni mi amor.


Liliana Varela



Ni cuento III


se mudaron las horas
las agujas del reloj
se desprendieron
en el momento justo
de llegar /
al infinito de tus ojos
a los poros de tu piel
a los besos que fueron
contando /uno/dos/tres/
el adiós que pintó sangre
en el camino de regreso

no quieres escucharme
saber que terminó
lo que un día juramos
fuera amor eterno
y no lo fue

cuatro/ cinco /seis


Migdalia Mansilla R.


Fecha: al seguir contando en los versos del adiós.
Agosto 30 de 2008


miércoles, 21 de mayo de 2008

Hasta nuevo aviso


Hasta nuevo aviso


cayó el telón
-cortinas grises-
la comedia terminó

el teatro apagó las luces

y en la puerta
con aldabón de bronce
el viento balancea el cartel
-amarillento-
“cerrado hasta nuevo aviso”


Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al abrir los ojos y entender al fin.
Mayo 21 de 2008

martes, 13 de mayo de 2008

Horas calculadas


Horas calculadas


quedan en el tiempo
las señales de las agujas del reloj
marcan las trazas
los meridianos
las latitudes
los caminos derechos
las veredas
las calles oscuras
las iluminadas con faroles viejos
y mariposas muertas pegadas
a la luz que ya ni alumbra
-quedan /he dicho-
para el alejamiento
las miles despedidas
el adiós que se devuelve
una y otra vez
hasta que hastiado
se detiene en un punto
del horizonte perdido

queda en el tiempo
de las horas calculadas
una lágrima /océano
y los brazos yertos

Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: hoy, ayer, mañana…siempre sin ti.
Mayo 13 de 2008

lunes, 12 de mayo de 2008

Donde se mueren los pájaros


Donde se mueren los pájaros

.......................... te espero
...... .... ...... .............ahí
... ... .............detrás de las nubes
.. ................. .....donde se mueren los pájaros"
...... ..................Javier Alexander Roa




allí
donde un roble se desgaja
la hojarasca alfombra el camino
donde la tristeza amaina la tormenta
del imposible encuentro/
al borde de los labios/
en el cerco de los brazos

allí
donde la palabra abriga la orfandad
de la huella de tu cuerpo en mi cama
allí mismo
recojo las plumas de los pájaros heridos
que llevaban en sus alas/
la declaración de este amor
que quedó mudo/
en mi rostro sin boca



Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al estar atisbando la vida, detrás de una nube.
Mayo 12 de 2008

lunes, 5 de mayo de 2008

A muerte lenta




A muerte lenta

No lo supe sino hasta hoy,
el veredicto fue implacable:
he sido condenada al silencio.
Han cosido mis labios,
atadas mis manos a la espalda,
puesto vendas en mis ojos
y un gong eterno, mecánico,
es lo único que mis oídos escucharán.


He sido condenada a vivir,
lo poco que de vivir me queda,
sin piel, sin voz, sin brazos extendidos,
porque al morir de ti,
se derramó toda mi sangre para lavar
las penas que te causé,
se secó la saliva de mi garganta
al ahogar el grito que te llamaba
después de arrastrarte a mis adioses,
cuando el corazón clamaba...¡ven!


No lo supe sino hasta hoy,
en todo este tiempo tuyo y mío,
no levanté muros,
murallas o cercos alambrados,
sólo me empeñé en abrir surcos tan profundos,
que cavé las simas de nuestros imposibles.

Condenada estoy, a muerte lenta, sin ti.

Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al sentir una punzada profunda en el corazón.
Mayo 05 de 2008

jueves, 1 de mayo de 2008

Atada [Migdalia B. Mansilla R.] Decreto [Carmen Luisa Pinto P.]


Atada



Una rúbrica al final del papel, daba cuenta del contrato.

- Sesenta años de vida, eso firmó Ud. al hacer el contrato -
¿Sesenta? ¿Tan pocos?
-Sí, fue lo convenido-


Pero...
-Lo siento, no hay peros que valgan-


¡PERO!
Yo no he ido a Europa aún.
No me ha lloviznado el Churún Merú.
Ni me he bañado desnuda en plenilunio en ninguna playa solitaria.
No he caminado bajo la nieve una noche de invierno, en un país donde haya invierno.
No he recogido los frutos del árbol que sembré.
No tuve un hijo.
Tengo por publicar cinco poemarios y una novela a la que sólo le falta la última página.
No he besado sus labios.
No he hecho el amor con el amor.
No he amanecido en su piel.
No he escuchado su voz y siento muero…¡muero!


¡NO HE VIVIDO!


Señor, me faltan tantas cosas por hacer...y ¿ya, terminó mi contrato, dice Ud.?
¡Una prórroga por favor! ¿dónde firmo? ¿qué empeño a cambio?
por unas horas donde mirarme pueda en sus ojos amados.
Unas horas, para decirle...¡te amo!


-¡Lamentable!, no hay prórrogas, ni plazos nuevos, ni nada...tuvo tiempo...mucho tiempo...tuvo toda su vida.-
El contrato se venció. ¡Cúmplase!


Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al constatar que la vida pasa y pasa, y pasa…y una….
Mayo 01 de 2008



Decreto


¡Cúmplase!... Aunque tal vez... no sé, pero... es posible
que no sea justo que se marche
de manera incompleta,
no estoy pensando en ella,
voy pensando en los otros,
en los que se quedaron al margen del camino,
desheredados, rotos, aturdidos, incrédulos,
pensantes...


No ha ido a Europa
aún porque no quiso,
prefirió los guijarros de la Sierra
con los picos canosos para anidar el vuelo de los sueños.
¡Lo del Churún Merú! porque no quiso,

se lo entregué en obsequio,
se lo puse en su tierra cual patrimonio humano
para que allí el ángel de su antojo saltara de su boca o de sus
ojos.

No se bañó desnuda en plenilunio en ninguna playa
solitaria,

porque la soledad nunca ha sido su fuerte,
compartió el plenilunio, en la luna de espejo de otros ojos
que vistieron de goces y de celos la desnudez salvaje de sus
besos.

No caminó bajo la nieve (¡blanca!...) una noche de invierno,

sus caminos mezclaron los colores y prefirió los ocres
asolados,

la canela que tuvo entre sus manos cual infusión de
éxtasis.

¿Del árbol y los frutos...?
Mejor no hablemos,
se hizo sembradora y en cada surco cultivo con sus manos
el futuro y ese futuro le ha dejado mil hijos
que hoy pululan la vida y la recuerdan con el regazo tibio en la
mirada.

Lo que si no cuestiono es el asunto ese de los
besos...

el no besar sus labios,

el amor y el amor, el

que no ha hecho,

el que vaga sin lunas, sin sol en otra piel.

Pero Señor, el contrato ha vencido, ahora es mi turno
y voy de recogida pues le toca,
si no le alcanzó el tiempo no es mi culpa.

¡Cállate Muerte...! Yo soy quien doy y quito.
Y sé que no es tu culpa que derrochara el tiempo en otras cosas
sin decirle Te Amo, cuestionando tal vez los sin
sentido,

asuntos que escapaban de sus manos
porque soy yo quien mueve los cordeles.

Pero ya te lo he dicho, no estoy pensando en ella,
toro bravo que se lanza a la lid sin parapeto,
voy pensando en los otros, mientras tanto, decreto:
ahí le va sin aviso un plazo nuevo.





Carmenluisa


a unos días de 60 y algo más...