Colores
Vestida de rojo tengo el alma,
quizás alguna pasión anidó en ella
en un tiempo de ayer.
¡Qué cosas!
Siempre ignoro el color de la serenidad
o de la angustia.
¿Amarillo u ocre la serenidad,
por lo del otoño?
¿Entre negro y gris la angustia,
por los presagios obscuros?
Quizás sea azul o blanca, la paz.
No lo sé.
Sólo sé que el púrpura recorre las venas
por igual en todos,
será por eso que cierro los ojos,
y al recordar tu boca,
de rojo se vistió mi alma.
Migdalia B. Mansilla R
Julio 12 de 2013