domingo, 21 de diciembre de 2008

Con saña


Con saña



Rasgaste mi piel,
horadaste mi corazón
y sin menoscabar
un rasgo de crueldad,
bailas la danza de los lobos.




Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: deambulando por el desierto de un amor falaz.
Noviembre 25 de 2008

domingo, 7 de diciembre de 2008

A ti quisiera ponerte un nombre


A ti quisiera ponerte un nombre


A ti quisiera ponerte un nombre,
bautizarte en las aguas del río de mis ansias,
llevar un registro del día y la hora en que naciste
para ser parte de mi vida,
habitante de mi alma,
teniendo por faro que te guíe en el tiempo
en que te mires,
el espejo de mis ojos encendidos.

A ti quisiera ponerte un nombre que pudiera
ser morada y no escribirse en palabra alguna,
un nombre de camino, ciudad, o país,
donde no se hable ningún idioma conocido,
donde los hombres sonrían, no gruñan,
donde los sueños fueran globos de colores
llevados en alas de mariposas.

A ti quisiera bautizarte en un rastro de lluvia,
en la ablución de la húmeda caricia
de mis besos desatados en el febril alarde
de la dicha de mis labios,
que al sentir el rumor de mi sangre
paseándose por mis venas, nazca tu nombre
navegando rumbo a mi corazón
llamándote: ¡latido!



Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al recordar en el tiempo que tu nombre se esfumó un día y con él todo tú.
Octubre 11 de 2005

viernes, 5 de diciembre de 2008

Desde el horizonte invertido(Migdalia) y siguen Liliana Varela y Elisabet Cincotta


Desde el horizonte invertido





De pie, mirando a lo lejos desde la orilla
en que me encuentro, desde la tierra firme
que se desmorona en sus contornos,
diviso desde aquí, una línea difusa en lontananza,
un hilo que se pierde en la distancia,
un sólo suspiro sostenido en el dejo del ahogo,
en las palabras mudas que descansan
suspendidas en ese vacío, en la simple oquedad
que queda en el espacio infinito,
limpio de todos los ¡ay! que gritan los humanos
en sus dolores y placeres.


De pie, mirando a lo lejos desde el borde
en que me encuentro, de esta vida que mora en mi cuerpo,
atrapada, rea de sus propias libertades,
libre de sus propias cárceles,
reconozco a la mujer que ha vivido sus sueños,
que ha sido alegría, risa, carcajada,
lágrima derramada, lucha por luchar
un despertar cada mañana.



De pie, mirando desde aquí,
desde este linde en que me encuentro,
descubro soy el horizonte del que de lejos mira
hacía esta otra orilla, hacia esta lontananza que somos
los que habitamos desde este lado,
los que formamos esta línea difusa que une cielo y tierra,
en la que se difuminan en espejismos temblorosos
las imágenes que sólo somos en el horizonte de reversa.


De pie, mirando desde aquí hacia la otra ribera,
el abismo, la explanada, los mares se achican
dejando tocar con la punta de los dedos,
a los otros seres dibujados por el pincel del tiempo
que no reconoce de horizontes ni de linderos .


De pie, siempre de pie, aunque el otoño vaya buscando
en la caída de sus hojas, la mecedora de los años.






Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: en el momento en que cualquiera se ponga de pie y mire al frente de sus ojos, encontrando otros ojos que lo miren igual.
Marzo, 09 de 2004




De pie, sobre la estirpe de mis años -los confesados-
diviso a aquél que robó la fuente del deseo,
al ladrón que supo de sueños y botó los míos al infierno.

De pie, suspiro tus suspiros y ahogo tus asfixias
me reflejo en equinoccio de equivocos y errores
y me distingo tan diferente... y a la vez
son esos ojos : los míos.


Lili
Dic. / 2008

De pie
De pie, siempre de pie,
busco, más allá de la línea ficticia del tiempo,
interrogantes que frecuentan la duda del existir.

Y nada .
La voz, silencio. La mente hurga respuestas.
Allí, ante mí, esos ojos, que sacuden siglos,
me miran y no saben qué decir.

Me acerco, ellos me acosan. Los enfrento.
Tras ellos la vida, distingo momentos
¿son los míos?
¿fueron mías las palabras, los sueños?
¿Son esos ojos el pasado?

De pie, siempre de pie,
los ilumino y sigo adelante.

Elisabet Cincotta