De
espaldas
al
borde de un acantilado
siento
en mi espalda
el
viento
el
rumor de la tierra
las
palabras necias
las
no tan necias
el
graznido de las gaviotas
el
crujir de las hojas secas
el
paso del tiempo
el
dolor de la ausencia
la
mentira de la memoria
porque
sí hay olvido
al
borde de un acantilado
dejo
a espaldas de mi historia
los
amores idos
el
beso que fue
y
el que se quedó colgado
en
el filo de la esperanza
quedan
atrás las iras
las
risas viejas
los
versos dichos en una hora cualquiera
cuando
el corazón latía más fuerte
imaginando
tu mirada perdida en mis pupilas
al
borde de un acantilado
miro
hacia el frente
hay
un faro en la distancia
quizás
sólo
quizás
si
espero un poco más
logre
ver su luz encendida
Migdalia
B. Mansilla R.
Septiembre
12 de 2013